abril 09, 2006

Anoche salí con unos amigos a una parrillada, que viene a ser el tipo de reuniones donde la gente se congrega alrededor de brazas ardientes, chelas heladas, gaseosas coloridas y tantos cigarrillos como sea posible quepan en un indefenso cenicero; el hecho es que para variar llegué tarde porque me perdí; tuve que subir una cuesta en tacos (que me mataban) y enfundada en un vestido que me hacía sentir como Britgett Jones, pensaba que a veces en mi afán de buscar emociones diferentes soy capaz de hacer cosas extrañas. Hasta ahí todo bien.

Suelo preguntarme porque razón en este mundo me suceden determinadas cosas. Me he hecho la pila en medio de un ataque de risa sin mayores complicaciones, me he hechado en plena acera sólo porque el sol ( tan mezquino el) con sus rayos no me calienta ni un poquito, hasta treparame a una moto o hacer el viaje de la vida para llegar a ver el amanecer en medio de una dunas, pero anoche mientras conversaba con un amigo, me di cuenta que lo que estoy haciendo en este momento- y espero con toda mi alma suceda- es algo de lo más loco y tal vez consecuente con mi manera de ser.

Papá, mi jefa... es eso una manera de poner en evidencia las cosas que suceden a mi alrededor, no las que me suceden exactamente a mi, sino como lo que nos pasa a todos, puede ser interpretado de mil maneras diferentes.

El título de este blog es totalmente y exclusivamente autoria de este amigo al que quiero mucho, y que cada tanto, cuando conversamos y le cuento mis historias, con los ojos abiertos de par en par suele decir eso: Papá, mi jefa...

Si pues Pierre, te demoras mucho y hay tantas cosas sobre las que debemos escribir, que no hay tiempo para pensarlo mucho :)p