junio 02, 2006

Velocidad cero.

Ayer me animé a dar mi primer paso sin usar muletas.

Es curioso como se lee y lo que significa, las muletas eran para mi, esas deficiencias que se tienen para actuar de una u otra manera, pero no había reparado que también son el placebo para suplir una carencia.

El día que caí, iba pensando en distintas cosas: mi viaje, en el, y sobre como es posible que alguien baile con unos tacos de más de diez centímetros de alto y no se mate; veinticinco pasos más adelante, bajando los cuatro primeros escalones, de los treinta dos que existen como conexión entre el primer y el segundo piso donde vivo, mi mente iba tan distraída con sus propios ruidos que no notó que las piernas habían, en ese instante, decidido independizarse del resto del cuerpo.

Tratando de ganarle el pie izquierdo al derecho iniciaron una bajada aparatosa, desordenada, impulsiva.

Veintiocho escalones
Veintinueve.
Treinta escalones.

Velocidad cero.

Ya no pensaba en los tacos de más de diez centímetros.
Me quedé atónita contemplando mi propio desastre. Un zapato quedó en el penúltimo escalón, la bolsa de basura totalmente cerrada, permanecía indiferente, ajena.

Mi pie se había roto pero no dolía. Sentí miedo, miedo de ver como tendría que parar, de manera abrupta, sin escalas lo que venía haciendo. Parar la búsqueda de una visa ansiada, el aprender un nuevo idioma, alejarme de lo que conozco y frecuento. Olvidarme de el.

Acaso el se acordaría de mi?.

Lloré avergonzada. Creí que no lo haría, pero si, lloré, y ninguno de los “el” que pasaban por mi mente en ese momento se encontraban ahí, conmigo. Me sentí terriblemente sola.

Las circunstancias me trajeron un par de muletas, una silla de ruedas enormes para jugador de basquet lisiado, yesos en ambas piernas, uno de ellos con el dibujo de los Simpson y una dedicatoria que hizo mi hermana, además de seis semanas en las que olvidé algunas cosas, entre ellas, todos los “el” que nunca están.

Hoy he dado algunos pasos más sin muletas.

Estoy yendo despacio como hacía mucho tiempo no lo hacía.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

que penita...
no sabía que te habías medio matado amigaaaaaa!!!
y que pasó con tu gato del diablo?
cuentame ya?

23:01  
Anonymous Anónimo said...

nice, me gusta eso de ir despacio, aunque s un poco difcil cuando se vive tan rapido no?

23:02  
Anonymous Anónimo said...

las muletas ademas de servirte como punto dea poyo definitivamente son mas comodas que no tener algo donde sostenerse.

18:50  
Anonymous Anónimo said...

muletas, carencias, falacias, placebos, todas son palabras que me asustan, pero que cargo como todo lo que debo cargar.

16:10  
Blogger miliodebolengo es mi gato, miauuuuu said...

a veces es bueno desadelerarse un poco, aunque es muy dificil lograrlo, pero se intenta no?

16:14  

Publicar un comentario

<< Home