junio 08, 2006

Para tener razón con el corazón, es necesario

Unas cuantas palabras,
creativamente alineadas,
en una historia que no te pertenezca,
pero que, como narrador astuto,
sepas contar.

Todos tus sueños,
envueltos en el tiempo
de los recuerdos,
de las memorias añoradas,
de todo aquello que te conmueva.

La seguridad de querer lo que sabes,
y la certeza de saber quien eres

Imaginar
que eres el incansable caminante
de esos campos inmensos.
que aún no conoces.

Tu,
tienes que esconder todas las estrellas,
en una sencilla caja de zapatos.
y revísarlas tantas veces,
como sea necesario, para que,
con mirada incierta, desconfíes de sus brillos
y te sorprenda su nocturna belleza

Para tener razón con el corazón,
es necesario
amar con todas las fuerzas
aunque estas ya no te pertenezcan

junio 06, 2006

Magia

Sáquenlo de mi, como el mago que saca el conejo
Quiténmelo con mil manos enguantadas en anestesia
Sin provocarme dolor alguno
Arránquenlo pronto

Quítenme la certeza de haber perdido
Déjenme sin nada
Vacía, como el agujero en el sombrero

Como la nada
Vacía y sin peso
Ligera como el vacío mismo

Llévense mis lágrimas
Y esta opresión que salta
en medio de mi pecho
Como un conejo inquieto
De dientes filosos y ojos sangrientos

Sáquenlo sin anestesia
sin provocarme dolor alguno
Con mil manos enguantadas

Llévense al conejo
Pero por favor, déjenme el sombrero

junio 04, 2006

Me revienta.

Estábamos en el chifa almorzando con mi mamá y mi hermana; habíamos ido a votar, y habiendo manchado nuestros respectivos dedos medios, muertas de hambre y bastantes cansadas, como todo ciudadano promedio, mirábamos en la televisión del local los resultados que se encargaban de pregonar en los noticieros.

Habrían unas doce personas en total, todos muertos de hambre, con las cabezas hundidas en los platos sin mirarse siquiera entre ellos, todos pendientes de lo que pasaba en la caja boba, cuando sin ningún aviso, y arbitrariamente, un hombre se puso de pie y cambio el canal de las noticias para poner un partido de basquet.

Nadie dijo o hizo nada.
Ni una protesta, alguna voz alzada.
Nada.

Volteé a mirar a mi alrededor y no podía creer que habiendo tanta gente en el local, nadie decía o hacía algo. Esperé un momento para grabar el rostro del arbitrario tipo en mi mente, quien como todo el mundo, con la cabeza agachada y metida en su plato, comía sin siquiera mirar el programa que nos había impuesto. A su lado una mujer, sin siquiera immutarse por el mal comportamiento de su acompañante, comía totalmente absorta en su plato.

- ¿Y si me paro y cambio de canal?, dijo mi hermana.

-No, yo voy a pararme y cambiar de canal, dije.

- No hagas nada, me dijo mi mamá.

- Como no voy a hacer nada?, simplemente me voy a parar y voy a preguntarle a todos los presentes si acaso les molesta que cambié de canal.

Eso hicé, me pusé de pie con las muletas sosteniéndome, me acerqué hasta el televisor que se encontraba entre la mesa que ocupábamos y unas columnas revestidas de rojo.

-Disculpen, ¿hay alguien en esta sala a quien le moleste que cambié de canal?, pregunté.
¿Nadie?, entonces al ver que nadie decía nada, dije: Voy a poner las noticias que creo era lo que estábamos viendo.

Sólo escuché una voces diciendo por fin, que ya era hora, gracias niña, y finalmente un ¨basta de abusos¨.

El tipo que había cambiado de canal no dijo o hizo algo, al contrario, ni siquiera me miró, tampoco la mujer con la que estaba; todo esto me hizo pensar que la gente muchas veces deja que abusen de ella sin hacer absolutamente nada, y si se permite que se comentan atropellos en cuestiones de convivencia tan elementales y básicas ¿qué se puede esperar entonces de temas como el patrimonio cultural, el territorio, o la mismísima y tan mentada identidad de los peruanos?

Hoy hemos ido a votar para elegir un nuevo gobernante, uno que va estar arriba de todos durante cinco años, y yo me sentí, sin quererlo, por 2 minutos una especie de ¨abogada de pelotudos¨, aunque esto haya sido a micro escala.